domingo, 25 de octubre de 2020

El Chernobyl Chileno


Por fin pude ver la primera temporada de Chernobyl (la miniserie de HBO/Sky que estrenaron en marzo pasado) muy buena serie, la recomiendo para que vean las historias tras el desastre. Pero antes de eso, me habia visto varios documentales sobre el desastre y luego de analizarlo, he decidido a hacer este paralelo con el llamado "chernobyl chileno", el proceso que un ególatra movido solo por su propia ambicion y cobardía llevaron al desastre a un país entero. 

Algo de historia:

El accidente de Chernóbil​ fue un accidente nuclear sucedido el 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, a 3 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 17 km de la frontera con Bielorrusia. Es considerado el peor accidente nuclear de la historia, y junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón en 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (accidente mayor, nivel 7). Asimismo, suele ser incluido entre los grandes desastres medioambientales de la historia.​

Las causas y desarrollo del accidente son objeto de controversia. Existe un consenso general en que desde el día anterior se venía realizando una prueba que requería reducir la potencia, durante la cual se produjeron una serie de desequilibrios en el reactor 4 de esta central nuclear. Estos desequilibrios desembocaron en el sobrecalentamiento descontrolado del núcleo del reactor nuclear y en una o dos explosiones sucesivas, seguidas de un incendio generalizado. Las explosiones volaron la tapa del reactor de 1200 toneladas y expulsaron grandes cantidades de materiales radiactivos a la atmósfera, formando una nube radiactiva que se extendió por Europa y América del Norte.​ La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados,​ materiales radiactivos y/o tóxicos, se estimó que fue unas 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó la muerte de 31 personas en las siguientes dos semanas y llevó al Gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de urgencia de 116 000 personas, provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en al menos 13 países de Europa central y oriental.​

Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600 000 personas denominadas liquidadores en las zonas circundantes al lugar del accidente. Se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear conocida como zona de alienación, que aún sigue vigente. Solo una pequeña parte de los liquidadores se vieron expuestos a altos índices de radiactividad. Dos empleados de la planta murieron como consecuencia directa de la explosión y otros 29 fallecieron en los tres meses siguientes. Unas 1 000 personas recibieron grandes dosis de radiación durante el primer día después del accidente, 200 000 personas recibieron alrededor de 100 mSv, 20 000 cerca de 250 mSv y algunos 500 mSv. En total, 600 000 personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. 5 000 000 de personas vivieron en áreas contaminadas y 400 000 en áreas gravemente contaminadas. Hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad de la población.​


La historia apunta a Anatoly Stephanovich Dyatlov, el ingeniero en jefe adjunto de la central nuclear de Chernóbil, y el supervisor del fatal experimento que resultó en el accidente de Chernóbil, como el responsable del desastre, ya que llevó dicho experimento a niveles riesgosos, movido solo por el ego y la necesidad de quedar bien ante el Politburó, soñando con el cargo de jefe de la Planta Nuclear que tenia su antecesor, Fomin, sin considerar la expertiz de sus colaboradores en aquel momento. El hasta su muerte jamás reconoció su responsabilidad en el hecho. Tampoco mencionaron que el reactor no cumplía las normas internacionales de seguridad nuclear y una serie de factores que terminaron en dicho desastre.

¿En que se parece?

En Chile pasó algo similar. Pusimos a Sebastian Piñera, nuestro Anatoly Dyatlov, a cargo del proyecto llamado Chile, un país que venia en alza y comenzó a desmoronarse desde la administración de Bachelet 2.0. Una Administracion, al igual que el reactor 4, ya adolecía de fallas en su diseño y que era peligroso manipular.

Nuestro Dyatlov, movido por el ego y de quedar bien con la izmierda con tal de que lo dejasen gobernar, para pasar a ocupar un lugar en la historia del país y tener su estatua en la plaza, gracias a su miedo y cobardìa dio curso a una serie de errores y pésimos manejos administrativos y gubernamentales, muchos de ellos bajo secreto, y que intentaron parar el mal llamado "estallido social" y que derivaron en la derrota de hoy 25/10/2020, en la que se impuso el Apruebo por sobre el Rechazo.

En los dos casos, la gente no se dió cuenta de lo que pasaba hasta que fue demasiado tarde. 

En Prypiat, la ciudad que estaba a no mas de 3km de la Central Nuclear de Chernobyl, la gente vio la explosion, pero no supo realmente que esa explosión los condenaría a muerte para siempre, incluso más allá de las fronteras Ucranianas (que en aquel entonces pertenecía a la URSS). 

Acá en Chile, fue lo mismo. La gente vio lo del estallido del lumpen, pero no dimensionó la magnitud del desastre (solo lo sabian los sacoweas del gobierno de Piñera) pero ninguno fue capaz de frenarlo, solo intentaron hacerlo cuando ya era irreversible.

"Un gran poder que conlleva una gran responsabilidad"

Este pequeño paralelo, nos recuerda el daño que puede causar una persona movida por el ego, cuando le das un poder. "Un gran poder que conlleva una gran responsabilidad". A Dyatlov, le dieron el control de un reactor nuclear, a Piñera, el control de un país. En ambos, los errores que se cometieron, terminaron en resultados catastróficos cuyas consecuencias son de largo plazo. En el caso de Chernobyl, son perpetuos, en el caso Chileno, solo recien estamos viendo la cagada que va a quedar. 

A la hora de publicar esta columna, escucho, con rabia en el alma y odio en el corazón como celebran los sacoweas y me digo "no saben los weones que los usaron. No tienen idea de que es lo que hicieron y que van a pagar las consecuencias de esto. Fueron, al igual que los liquidadores, mineros de Tula, ciudadanos de Prypiat, "material desechable". Les mintieron con promesas que estos sacoweas jamás cumplirán, los usaron y los desecharon, para dejarlos morir contaminados, unos por radiación, condenando a las generaciones futuras a perpetuidad. A nosotros, para morir de hambre en un país hecho mierda, en ruinas y con cero posibildades de repuntar.

Despues de ver la serie, llegué a la conclusion de que esta derrota, es solo comparable con el desastre de Chernobyl, en la que el ego de un sacoweas, más la cobardía de quienes no lo pudieron parar aún avisorando el desastre que causaría, destruyó a un pais a perpetuidad. Piñera, al igual que Dyatlov, pasaron a la historia, como los infames que son.

2 comentarios:

Juan Luís Mansilla dijo...

Hola José, interesante comparación, hay una paradoja en relación a las personas que llegan a cargos de autoridad, dado que la mayoría de ellas son muy motivadas, y la motivación verdadera y fructífera siempre es intrínseca, el ego juega un papel importante, es lo que las hace progresar, y no hay nada de malo en eso, sin embargo creo que muy pocos líderes tienen la capacidad de autoanálisis que se requiere para darse cuenta de que en algún momento lo mismo que las hace triunfar las lleva a la ruina.
En cuanto al futuro de Chile, no hay que preocuparse, los países no desaparecen, por mas mal que estén, por ejemplo Venezuela o Siria, siguen desarrollando las actividades necesarias para su subsistencia como estados-nación.
Pasaremos alguna década de pobreza y hambre , subirá el desempleo y las protestas, como en los ochenta, vendrá algún ciclo bueno y así sucesivamente.
La realidad se impone, por mas que nuestro ego quiera otra cosa.
Saludos.

Jose Cornejo dijo...

Gracias por tu comentario. En gran parte tienes razón. Usé esta comparación basandome solo en el perfil de Piñera comparandolo con el personaje de Dyatlov ya que ambos buscaban agradar a un sector (coincidencialmente la izquierda) y de como sus errores, partiendo de apagar las turbinas para ver que tan lejos se puede llegar con el impulso, les costó caro.

Sobre el futuro de Chile, la historia es cíclica. Solo que los weones (aka el chileno promedio) la olvida cada cierto tiempo y por eso se condena a repetirla una y otra vez. Las decisiones tomadas ahora, tendrán repercusiones que durarán por años o décadas, ya que los zurdos, en realidad los políticos tienen el don del rey Midas en modo mamerto, haciendo mierda todo lo que tocan.