"En la política, como en la vida, hay que saber cuando hablar, cuando callar y cuando rezar"
Esa frase la vengo diciendo desde hace rato y en un contexto político en donde todo lo que digas puede y será ser usado en tu contra.
Los dichos de Kaiser fueron sacados de contexto, dado un escenario hipotético, pero Kaiser mordió el anzuelo mañosamente tirado por el Larry King de Temu.Kaiser, no aprendió que en política se debe ser más inteligente que el interpelador o el contrincante. Para ganarle a Tomas Mosciatti, hay que saber seguirle el paso, analizarlo bien en sus entrevistas, conocer bien sus movimientos y anticiparlos, golpearlo antes de que los haga y en esto Kaiser está al debe. Ni Milei, con todo histriónico, gritón y chucheta que fue, se animó a tanto.
Las preguntas que lo cagaron fueron estas:
TM: O sea usted lo sigue apoyando (el golpe)?
JK: Sin duda.
TM: Si se dieran las mismas circunstancias, ¿usted apoyaría un nuevo golpe?
JK: Sin duda… absolutamente.
TM: ¿Con todas las consecuencias?
JK: Con todas las consecuencias.
TM: Con los muertos que…
JK: Con todas las consecuencias, lamentablemente… blablabla
Ahi es donde todo el mundo perdió la cabeza. Pero la hipocresía del periozurdismo no paró ahi, las palabras del "compañero Jadue" también escandalizaron al zurderío, pero como siempre, se hicieron los weones.
"La historia cuando no se repite, rima"
Un poco de historia:
Las elecciones de 1970 fueron las siguientes:
El borrachicho 36.2%
Jorge Alessandri 34.9%
Radomiro Tomic 27.8%
Como el borrachicho no alcanzó el 50+1 del total de votos, se dejó en manos del Congreso Pleno su votación. La DC, le presta apoyo al borrachicho a cambio de firmar un "Estatuto de Garantías Constitucionales" que aseguraría que éste último no se saliera de la constitución y las leyes durante su mandato, cosa que jamás ocurrió y terminó golpeando la puerta de los regimientos para derrocarlo tiempo después.
52 años después
La Democracia Cristiana parece que se le olvidó la historia o simplemente eligió la manera de morir, una bien indigna. Pudieron desaparecer como conglomerado de la manera mas digna, sin que nadie se diera cuenta, cerrando con los pocos militantes que les quedaba, pero prefirieron la más humillante, patética y ruin: sumarse a la Jaraneta que ya se quedó sin bencina.
Y todo por 22 cupos parlamentarios, ese fue el precio a pagar por renunciar a sus principios ideológicos... Ni Judas que por 30 monedas de plata a don Yisus se animó a tanto!!!
Eso si, cuando la historia no se repite, rima y eso es lo que pasó el sábado pasado cuando la DC en un acto de patetismo y humillación política predecible, eligió el lugar donde cavar su propia tumba.
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