domingo, 20 de septiembre de 2015

Un homenaje tardio.

Lo olvidé, quizas preso de la alegria por haber ganado por fin algo... pero ahora que te fuiste de una manera casi absurda, debo decir estas palabras:
La Copa america que ganamos este año, no solo fue el trabajo de sus jugadores y plantel tecnico, sino que el proceso comenzó de mucho antes, con un programa de radio, hace ya casi dos décadas atras.

Tu critica, acida pero certera nos hizo despertar, tus comentarios, fueron arengas para todos nosotros. Nos enseñaste a "creernos el cuento", a jamas bajar los brazos, a despreciar el "triunfo moral", la "derrota honrosa", a levantarnos mas fuertes cada vez que la vida nos golpea fuerte, de que realmente somos "hijos del rigor" marcados a fuego por la rudeza de nuestra naturaleza humana y chilena. Fuiste lejos, el mejor comentarista deportivo, porque hablabas con base. Fuiste uno de los 11 que clasificó invicto a España 82, preparador fìsico, comentarista, entrenador de futbol, motivador. Todo eso fue la semilla que germinó en esa Copa, tan esquiva pero ahora tan nuestra.

Chocaste con muchos peces gordos, esa mafia que aún controla los destinos del futbol chileno, no exento de heridas que hasta el día de hoy te hicieron sufrir, esa amargura de saber que tu sacrificio y tu aporte fueron incomprendidos. Sin embargo tu espíritu se inoculó en el corazon de muchos que siguieron la senda de Zamorano, Salas y otros. Lo que decías para el futbol, lo decías para la vida.

Nos enseñaste a SER CHILENOS. A querer NUESTRA PATRIA, a nuestros jugadores y a no avergonzarnos de sentirnos y decir SOMOS CHILENOS. ESTAMOS PARA GRANDES COSAS, NOS CAEMOS Y NOS LEVANTAMOS CADA VEZ MÁS FUERTES.

Ahora te marchaste. La muerte te pilló en un cuarto de hotel, en la mas absoluta de las soledades, con esa sensación de vacío que siente el artista cuando ya las luces se apagaron y el show se terminó.  No sabremos si nos verás "campeones del mundo" como alguna vez lo soñaste y lo repetiste una y otra vez, tanto en radio como en TV. Las razones de tu tan absurda partida, solo las sabes tu y Dios.

Disculpa esta tardanza, pero mas vale tarde que nunca. 

Solo me queda decirte: Gracias Gurú. Hasta Pronto.

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